Los acontecimientos cotidianos pueden ser el germen de una narración. El escritor parte de ahí y luego el lector también. Nuestro arte consiste en captar la atención del lector.
Angel Utrillas Novella Patricia lo borda con esta reflexión, vamos ni yo lo hubiera dicho mejor, bueno sí, añadiría que son pocos los que convierten actos cotidianos en interesantes historias para el lector. A mí me encantaría tener ese balsamo El 09 de noviembre de 2009 a las 16:38 ·
Julio Guerra Y no sólo eso: lo cotidiano, en sus múltiples formas, es muy inquietante... El 09 de noviembre de 2009 a las 18:10 ·
Javier Valls Borja Sí, Julio... a veces, la realidad supera a la ficción.
Ángel, si encuentras el bálsamo, me pasas una tacita, anda. El 09 de noviembre de 2009 a las 18:39 ·
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ResponderEliminarAngel Utrillas Novella
Patricia lo borda con esta reflexión, vamos ni yo lo hubiera dicho mejor, bueno sí, añadiría que son pocos los que convierten actos cotidianos en interesantes historias para el lector.
A mí me encantaría tener ese balsamo
El 09 de noviembre de 2009 a las 16:38 ·
Julio Guerra
Y no sólo eso: lo cotidiano, en sus múltiples formas, es muy inquietante...
El 09 de noviembre de 2009 a las 18:10 ·
Javier Valls Borja
Sí, Julio... a veces, la realidad supera a la ficción.
Ángel, si encuentras el bálsamo, me pasas una tacita, anda.
El 09 de noviembre de 2009 a las 18:39 ·